Era una tarde de enero, en la mente de una joven mujer se
abrigaban sensaciones de vacío junto a la nostalgia a la
soledad, solo podía pensar en como sería sentir cosas que no
había experimentado.
Estaba viendo con tristeza como su vida pasaba en sus manos,
dejando un sabor a pérdida, amargo, que algunas veces con
dificultad la hacía respirar.
Tenía sueños como todos e ilusiones, pero las horas pasaban y
simplemente para reconfortarse se decía "ten un poco de fe",
sintiendo el vacío que podía albergar aquellas palabras.
Solo tenía claro sus ilusiones y algunas veces se dejaba llevar,
imaginaba a ese alguien que necesitaba desesperadamente.
Se imaginaba una caricia que hiciera que su piel se erizara
por completo, un beso que le enseñara la magia que había
anhelado, un te quiero que aceleraría a mil su corazón, alguien
a quien ella pudiera amar y que le enseñase lo inolvidable que
podría resultar.
Solo mirando el cielo estrellado por la noche, sintiendo lo cálido
que puede ser su piel, los reflejos de luna en los árboles, se
podía dar esperanzas y soportar el ahogo del día a día, así podía
volver a empezar y seguir esperando, porque ella quería
algo mágico, diferente.
No sabía cómo, pero sabía que si se esforzaba y esperaba lo
podía lograr, no le importaba que a través del mundo las cosas
fueran de manera diferente.
Solo creía que podía recibir lo mismo o mucho más de lo que
entregaba, su candidez, su pasión, su inocencia, tenía la
esperanza de que algún día pasaría... esa era la esperanza de
amar.
Mara
Sé que el amor verdadero y sincero, en su momento
llegará a mi vida. Lo espero con todo mi corazón,
como se espera, lo que se sabe que el destino algún
día traerá.
Un día llegará alguien especial a mi vida y me abrazará
tan fuerte, que los pedazos de mi corazón roto se
volverán a unir...
Eres la única persona que puede convertir tus sueños
en realidad.
El amor es lo más bello y mientras hayan sueños, hay esperanza
y si hay esperanza...Hay vida, hay amor, hay felicidad, nunca
dejes de amar y soñar con esperanza y fe en ti y en Dios...