La Navidad es la fecha que más anhelamos que llegue a nuestras vidas, significa la reunión de familias, de padres e hijos, de hermanos, parientes y amigos.
Época de reflexión... de darnos cuenta de nuestros aciertos y desaciertos, sueños logrados, fe y esperanza, los villancicos y música navideña, que tocan las fibras más sensibles de nuestra alma, haciéndonos vibrar de emoción.
Es la época de recordar que todos somos hermanos.
Aprovecha esta Navidad para perdonar a quienes te hirieron, y comienza el año con tu corazón lleno de amor.
Prefiero un diciembre apagado, pero con el corazón encendido. Una Navidad con gente menos iluminadas, pero más brillantes por dentro. Una Navidad con menos regalos, pero con más abrazos, emociones y valores.Navidad no es solo diciembre. Es cada vez que permitimos que Dios muestre su amor a los demás a través de nosotros. Cada vez que aliviamos la carga de otro ser humano, es Navidad.
En esta Navidad deseo poder colgar en mi arbolito los nombres de mis amigos y ojala que no haya espacio para todos. Deseo que este árbol eche raíces profundas, para que esos nombres sigan siempre en mi corazón.
Feliz Navidad para todos mis amigos, para los que viven cerca, los que veo todos los días, los que rara vez veo, los que siempre recuerdo, los que a veces olvido.
La Navidad no son solo los adornos, no es la nieve, no es el árbol, ni la chimenea. La Navidad es el amor que se desprende del corazón de las personas, la generosidad de compartirlo con otros y la esperanza de poder seguir adelante.
Comparte tu alegría y tu cena con quién se encuentre solo, que no tenga familia, o que se encuentre triste. El invitado puede representar la figura de Jesús.
Y así podremos recibir la bendición de un Nuevo Año.