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sábado, 18 de febrero de 2017

ESTÁS TRISTE Y HERIDA POR UN DESAMOR?...TRANQUILA UN DÍA ALGUIEN TE VA ABRAZAR TAN FUERTE QUE TE HARÁ OLVIDAR Y LLENARÁ TU CORAZÓN DE AMOR...


El punto no es aprender a dejar ir a la gente, sino aprender a dejar ir el pedazo de ti que se quedó con ellos...
No hay nada que enseñe tanto en la vida como equivocarse y aprender de cada error y cada decepción... Nos enseña quienes son la gente que verdaderamente vale la pena querer y estimar. Nos enseña a no malgastar nuestro cariño y amor en vano...
Entrega, pero no permitas que te utilicen... Ama, pero no permitas que abusen de tu corazón... Confía, pero no seas ingenua o ingenuo... Escucha, pero no pierdas tu propia voz...Cuida tu esencia, que es lo mas valioso que tienes, es tu identidad, es tu propio yo...No permitas que nadie intente cambiarte.
El mejor día de tu vida es ese en que decides que tu vida es tuya, sin disculpas ni excusas, sin nadie para apoyarte, confiar o culpar. Cuando comprendas que tú eres el único o única responsable de tu felicidad. Ese es el día en que tu vida comienza de verdad....

¿Qué tan dispuestos estamos a sufrir por alguien?... ¿Cuál es el límite?... La respuesta es personal e intransferible.
La egoísta sensación de merecer que surge por el hecho de dar, no es siempre egoísmo o utilitaria generosidad, sino auténtica dignidad.


Cuando damos lo mejor de nosotros mismos, cuando decidimos compartir nuestra vida en intimidad, cuando abrimos nuestro corazón de par en par y desnudamos nuestra alma hasta el último rincón,
Cuando perdemos toda vergüenza, cuando los secretos dejan de serlo, al menos merecemos comprensión, existe merecimiento.
Por supuesto que merecemos en virtud de honesta y franca dignidad.
Que se menosprecie, ignore, olvide o desconozca fríamente el amor que regalamos a manos llenas es desconsideración, vileza del ser, o, en el mejor de los casos, ligereza.
Cuando amamos a alguien que, además de no correspondernos, desprecia nuestro amor, estamos en el lugar equivocado.
Definitivamente, esa persona no se hace merecedora del afecto que le prodigamos. Con una nueva conciencia la disyuntiva empieza a dejar de serlo, la cuestión empieza a hacerse clara y transparente, obvia: si no me siento bien recibido en algún lugar, empaco y me voy.

Nadie de corazón sensato se quedaría tratando de agradar o disculpándose por no ser como les gustaría a los otros que fuera. R.W. Emerson lo expresó de sublime manera: “La verdad es más hermosa que el fingimiento del amor”.
En cualquier relación de pareja que tengas, no te merece quien no te ame, y menos aún, quien te lastime.
¡Haz surgir una nueva conciencia en ti! Incluso, si alguien te hiere reiteradamente sin “mala intención”...  Este absurdo existe, es posible que te merezca, pero en verdad no te conviene. Definir tus límites, basados en tu dignidad, es el mejor modo de conservar tu…¡Emoción por existir!.

Aléjate de quien duda de ti y acércate a quien te valora. Libérate de quien te estorba y ama a quien te acepta sin condiciones. Regala tu ausencia a quien no valora tu presencia y demuéstrale así lo que tú vales...
No aceptes un amor a medias, rasgado, partido por la mitad. Si has luchado y sufrido tanto, te mereces un amor entero, intenso y verdadero...Un amor que llene tu corazón de amor y te haga feliz.


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