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La evolución del ser humano es más complicada, aun el ser humano aprende que el fuego quema y aun así incite en tocarlo nuevamente buscando algún cambio de éste.
Nos enamoramos hasta el punto en que la otra persona es más importante que nosotros mismos, confiándoles nuestro corazón, y en este intento tratas de hacer crecer a la persona y cuidarla pero hay veces en que las personas lo que buscan no es una pareja si no alguien que les cuide, pero si les dices algo como a un niño chiquito no lo aceptan.
Cómo poder actuar si lo que quieren es que les persigas, eso no es lo que años de evolución no enseñaron, somos seres individuales tratando de compartir una vida y vivir en convivencia, por eso buscamos personas en las cuales puedes confiar buscando el apoyo que se brindan para crecer y adicionalmente, con una pareja, una atracción sexual.
Si bien ves que no puedes crecer con esa persona, no queda otra solución que alejarte, aun cuando esto implique un dolor en el corazón, un dolor que te duele profundo en el alma aun sabiendo que eres tú quien se aleja, saber que aun cuando la persona prometió cambiar mil veces, no ves cambio.
Cuando te hacen cien veces la misma promesa y no ves cambio, porque habrías de esperar un cambio en una promesa diferente, y es entonces cuando te das cuenta de que tú no eres para esa persona, aun cuando ella es la persona que siempre quisiste y soñaste, y sabiendo que un después no existe, hacerte ilusiones por un futuro incierto donde se van a volver a encontrar ya habiendo madurado los dos y listos para ese vivir un sueño.
Simplemente procuras que esté bien que entienda que la cosa no es así, tratando de que entienda en qué fallaron para que crezca y sabiendo que es feliz, pues nuevamente su sonrisa y su felicidad significan más para ti que la propia, supongo que en parte es egoísta pues esa sonrisa te hace feliz a ti. Sabiendo que es feliz pones cara de que no pasa nada cuando te carcomes por dentro pues eso significa amar, que procures más al otro que a ti.
POEMA...
Dicen que cuando un amor se esfuma
como el agua entre los dedos,
no queda ya más remedio
que esperar la llegada de uno nuevo.
¿Es que el amor es acaso
un sentimiento circunstancial?
¿Tiene principio y tiene fin?
¿Es un momento en un espacio dado?
¿Posees el amor o él te posee?
¿Brindas amor porque lo tienes
o porque te lo dan?
¿Está en ti y alguien lo despierta
o es otro quien te lo transmite?
Estoy seguro de que es infinito
y definitivamente recíproco.
Tú decides cuándo expresarlo
y a veces otros te hacen decidir.
Reconoces que es verdadero
porque no es egoísta,
todo lo soporta,
sufre en silencio,
no busca lo suyo,
no vive para sí,
sino que crece cuando es para otro.
Hoy pocos saben qué es el amor,
porque confunden el gusto
que es sensorial y pasajero,
con el amor que es un principio,
y como tal, es invariable.
Es cierto que nace a partir del gusto,
pero se convertirá en amor
solo cuando trascienda a los sentidos.
Porque el gusto solo es egoísta,
es caprichoso y saciable,
solo busca su satisfacción
y experimentar placer.
Y después de gustos
y placeres satisfechos,
solo queda una sensación de llenura.
Más no obra así el amor,
mientras más se da,
más crece y se enriquece,
mientras más se recibe,
más se añora y se desea.
Él no sacia, regocija,
hace feliz al ser humano,
pero deja el anhelo
de seguir amando y ser amado.
